La obra más importante de Confucio fue escrita por sus discípulos a partir de sus enseñanzas, ya que murió convencido de la inutilidad de su mensaje. Las Analectas se componen de pequeños diálogos y anécdotas y sobre todo breves sentencias, las cuales siempre han ayudado a las personas a ver las cosas con optimismo.
Las Analectas de Confucio, en la sociedad de nuestros tiempos, nunca ha tenido un gran impacto porque podemos decir queel libro no es conocido ni el filósofo chino tampoco. Pero de la obra podemos extraer citas, significados morales, deficiones del hombre virtuosos, enseñanzas y anécdotas útiles que nos pueden ayudar a afrontar la vida desde otra prespectiva. A través del todas estas enseñanzas, Confucio intenta explicar su doctrina Confucianista la cuál esta muy relacionada también con la doctrina Taoísta del Yin y el Yang. Cada ser humano tiene una parte buena y una parte mala, estas dos se compensan y forman al hombre virtuso capaz de controlar y tranformar el dolor en paz interior.

Si amas lo que haces, nunca será un trabajo. Esta cita, por ejemplo esta relacionada con el malestar de algunas personas a la hora de hacer el trabajo, ir a trabajar o cualquier cosa relacionada, si amas tu trabajo por muy difícil que sea, la paz interior estará cada vez más cerca.
Nuestra mayor virtud no es no caernos nunca, sino levantarnos cada vez que nos caemos. Haciendo referencia a las características del hombre virtuoso explicadas en Las Analectas, este proverbio sirve para recalcar uno de los peldaños para la consecución del hombre virtuoso.

Si no puedes gobernarte a ti mismo... ¿cómo sabrás gobernar a los demás?
Haciendo a sus teorías de gobierno Confucio también lo mezcla con el autoconocimiento como una de las bases que explica para encontrar la felicidad a través de la paz interior. Si no te conoces a ti mismo, no puede ir a ningún lado ni dar consejo a los demás.